Kamala Harris, la nueva vicepresidenta del Partido Demócrata de Estados Unidos, es favorable al aborto hasta el momento del nacimiento del bebé.
De hecho, votó dos veces en contra la Ley de Protección de Sobrevivientes del Aborto Nacidos Vivos.
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Cuenta con un caluroso respaldo de NARAL Pro Choice America, el principal representante del lobby del aborto en EEUU.
También, cuando era fiscal general de California, procesó a unos periodistas católicos que investigaban a Planned Parenthood, la multinacional abortista, por vender partes de bebés abortados.
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Persiguió, a degüello, sin descanso, a David Daleiden, uno de los periodistas más avezados en investigar la comercialización con restos de bebés abortados.
Cuando era senadora, apoyó un proyecto de ley que derogaría la Enmienda Hyde, la cual bloquea los fondos federales para el aborto.
Otra de sus felonías fue la de cuestionar que Brian Buescher fuese juez, nada más que por colaborar con los Caballeros de Colón, una de las organizaciones católicas de caridad más grandes del mundo.
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Pretendió obligar a centros de ayuda al embarazo a promover el aborto gratuito estatal
Puso un inefable esmero en oponerse a una prohibición del aborto antes de las 20 semanas de gestación.
Esta es Kamala Harris, la nueva vicepresidenta del Partido Demócrata de Estados Unidos, la segunda de a bordo del candidato Joe Biden.
