Columnista: Plácido Díez Gansert, autor de 8 novelas y experto en crítica literaria
Me gustaría sugeriros para estos intensos días estivales una de las obras que más impacto han generado en el siglo XX. Hablo de 1984 del autor británico George Orwell (1903-1950)
La novela nos presenta un infernal mundo futurista dividido en tres bloques monolíticos, Oceanía, Eurasia y Asia Oriental en guerra permanente entre ellos. La novela, ambientada en Londres, capital de Oceanía, se encuentra regida por los designios del Gran Hermano, figura omnipresente, amada e idolatrada por el pueblo.
Un Estado todopoderoso, gracias a sus mastodónticos ministerios
El aparato del Estado está regulado por cuatro mastodónticos ministerios: Paz, Amor, Abundancia y Verdad que se ocupan de la guerra, los castigos, los racionamientos y la manipulación informativa respectivamente. Por su parte, la Policía del Pensamiento que ataja de raíz cualquier conato de disidencia.
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Un ministerio que reescribe la historia, cambia el pasado e instaura una neolengua
El protagonista, Winston Smith, un funcionario que trabaja en el Ministerio de la Verdad, se ocupa de reescribir la historia con arreglo a las consignas y la jerga oficial del régimen, la neolengua, una versión depauperada del inglés que va eliminando sistemáticamente cualquier vocablo incómodo del diccionario.
Smith se enamora de Julie y deciden juntos adherirse clandestinamente a la Hermandad, agrupación crítica con el Estado donde toman consciencia del mundo en que habitan.
Dado su ingente calado y su indudable proyección predictiva 1984 se ha convertido en un clásico de la literatura sociopolítica y en una de las novelas más comentadas e interpretadas de nuestra época.
