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Pedro Alonso, el actor que le devolverá el glamour a la marca España

AUTOR: Josep Cuevas, terapeuta de pareja, conferenciante, publicista, fotógrafo y melómano experto en la obra de Miguel Bosé

Por fin, nuestro país está aprendiendo a ser consciente del talento oculto que atesora. Una demostración de ello es la oportunidad que le está siendo brindada al actor Pedro Alonso, para robustecer el impacto de la marca España en el marco global y europeo.

Además de haberle sido concedido el papel de protagonista en la serie La casa de papel, bajo el pseudónimo de Berlín, su talento está siendo realzado en el nuevo anuncio de Estrella Galicia; y ya demostró, con creces, su valía en aquel spot publicitario de Tónica Schweppes.

De una vez por todas, nuestro país está premiando el talento como sus ciudadanas y ciudadanos merecen.

Con Pedro Alonso como pabellón del cine español, nos estamos desprendiendo de esa imagen brava, ruda, ordinaria y carpetovetónica que llevamos, durante décadas, proyectando hacia el exterior. Todo gracias a este actor de primera fila…

Porque Pedro Alonso es glamour, es la sofisticación elevada a la enésima potencia. El papel que interpreta es un producto único, y arrolladoramente seductor en la sociedad de nuestro tiempo. Este artista de las áureas pantallas ha sabido sacarle partido a esa ley del marketing, a aquella que dice que es más aconsejable apostar por marcar la diferencia que por ser el mejor.

Este Lamborghini del cine español encarna el supremo baluarte del liderazgo personal.

Es de esas personas que, haciendo uso de su genialidad, son capaces de desmarcarse de sus competidores, en aras de construir su propio mundo de fantasía. Por muchos imitadores que florezcan por el camino, Pedro Alonso puede afirmar aquello de que los verdaderos líderes no tienen miedo a revelar sus tácticas, porque nadie será lo suficientemente apto como para eclipsarles…

Pedro Alonso ha sabido transformar a Berlín, un genio del robo, en un sofisticadísimo ladrón. El aterciopelado timbre de su voz, la belleza léxica de sus frases, el portento intelectual de sus alocuciones, todo ello impregnado de unas gotas de comicidad sin precedentes, le transfiguran en el Arsène Lupin del siglo XXI. Es más, me atrevo a reconocer, sin paliativos, que supera a este icono francés del latrocinio de guante blanco, esculpido por el mismísimo Maurice Leblanc.

El personaje que interpreta Pedro Alonso parece extraído de una obra del egregio Oscar Wilde.

Ese humor inteligente y refinado que le caracteriza le convierte en un Lord Henry Wotton de nuestro tiempo. De hecho, sería delicioso verle interpretar, en las pantallas, al cínico de Lord Darlington, en El abanico de Lady Windermere, o a Lord Goring, en Un marido ideal. Este actor es la persona indicada para pronunciar los lapidarios epigramas del literato irlandés…

Pedro Alonso es el Rey Midas de 2024: todo lo que toca, lo convierte en oro; anuncia un botellín de Estrella Galicia y consigue transformarlo en una botella de Dom Pérignon; protagoniza un anuncio de Tónica Schweppes y metamorfosea este refresco en un néctar del Olimpo; representa a Berlín, el cabecilla de una banda criminal, y le transfigura en un cleptómano más distinguido que Thomas Crown (aquel elegantísimo ladrón de cuadros interpretado por Pierce Brosnan).

A esto, es preciso añadir que Pedro Alonso, además de un actorazo, es un escritor formidable.

Su pluma se desliza al compás de la melodía de su voz y su prosa es de una exquisitez tan poética como las frases de los personajes que interpreta. Los guiones parecen escritos por él; y no descarto, en absoluto, que así sea en más de una ocasión…

No cabe duda de que Pedro Alonso es un hombre polifacético, polivalente, multifuncional… De facto, pinta unos cuadros modernos verdaderamente inspiradores, donde la belleza y el misterio se funden en un apasionado beso… Y firma sus obras de arte como Magü, un sobrenombre que podría acompañar a Andy Warhol en el MoMa sin generar incertidumbre.

El talento poliédrico y sofisticado de Pedro Alonso está, por fin, empezando a recibir el reconocimiento que merece.

¿Será capaz de quitarle la caspa a la marca España a nivel global? La respuesta a este interrogante no es algo que dependa de él, sino de la perspicacia de sus asesores…

Como dijo Zaz, con su deliciosa voz francesa, “mis canciones son lo que soy, donde expreso mi camino en la vida”. Así pues, le deseo a Pedro Alonso que su ser enfile la senda del éxito más atronador… Porque “un viaje de mil leguas comienza con un solo paso” (Lao Tse).

Contacta aquí con Josep Cuevas, autor de este artículo

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